Si habéis leído el post sobre criptomonedas, sabíais que esto iba a pasar. Por fin estoy escribiendo sobre los NFT. No tenía pensado abrir ese melón porque me parecía un tema sobresaturado, pero mis amigos no paraban de mandarme artículos sobre el tema e insinuarme que debería escribir sobre eso. Estos pasados dos meses me he estado sintiendo así:
Como dije, no estaba yo muy convencida cuando empecé a investigar. Pero yisuscraist. Esto ha sido muy divertido de escribir, muy estimulante para mi cerebro y en general tengo muchas ganas de compartirlo con vosotras, así que gracias.
Qué es un NFT
NFT es un token no fungible (non-fungible token). En jerga económica, activos fungibles o canjeables son aquellos en los que sus unidades se pueden intercambiar. Por ejemplo, el dinero en efectivo es canjeable o fungible: se puede cambiar un billete de diez euros por dos billetes de cinco, y el valor se mantiene exactamente el mismo. Las criptomonedas también son canjeables, un bitcoin vale lo mismo que cualquier otro bitcoin del mundo.
Algunos activos son no-fungibles, como una casa. Las casas tienen cualidades únicas, por lo que no pueden ser intercambiables del mismo modo que el dinero en metálico. Activos no canjeables se pueden vender y comprar también, pero no son indistintamente canjeables.
Blablabla, ¿Pero me explicas para qué es un NFT? Pues literalmente, los NFT se usan como un identificador que apunta a un objeto digital. Por ejemplo, el primer NFT que se popularizó fue CryptoKitties en 2017. Es un juego de blockchain en Ethereum – plataforma similar a Bitcoin – donde se compran, coleccionan y crían gatos virtuales. Cuando se compra uno de los gatos, el comprador está obteniendo un NFT. Los felinos son únicos y la gente los ve como objetos de coleccionista, así que no son canjeables como ethers – la criptomoneda de Ethereum –, bitcoins o dinero en efectivo.
Obviamente, tú no estás comprando un gato de carne y hueso. Estás comprando una línea de código que se corresponde con el gato virtual. Comprar un NFT significa comprar un montón de letras y números en la blockchain.
A principios de marzo, la casa de subastas Christie’s vivió uno de esos momentos locos cuando parece que todos los ojos del mundo apuntan al mundo del arte. Esta vez el motivo era la venta de una ‘obra NFT’, un objeto digital del artista Beeple que se vendió por la locura de 69 millones de dólares. Éste es el primer NFT vendido por una casa de subastas de tal envergadura, y la venta más cara de una obra digital hasta la fecha.
Y los medios se volvieron locos. Noticias sobre los NFT salían en nuestras redes, artículos sobre como esta tecnología está revolucionando el mundo del arte y como todo aquel con posibles está invirtiendo en criptomoneda (y desinvirtiendo para manipular el mercado, como el amigo Elon Musk). Sino, mira en Google Trend cómo todo el mundo estaba buscando qué significaba el término desde mediados de marzo.
En qué se equivoca la gente cuando habla de NFT
Aquí es cuando nuestro aprendizaje en blockchain nos va a venir bien. ¿Recordáis que os conté lo que era blockchain? Lo explico en detalle aquí, pero básicamente la blockchain es un libro de contabilidad virtual descentralizado en donde constan transacciones digitales, confirmadas y verificadas por la red de usuarios.
Los NFT están asociados a la blockchain de Ethereum. Funciona así: un artista crea un NFT, que funciona como una especie de certificado de procedencia digital. Después de crearse, el NFT se verifica de la misma manera que una criptomoneda: a través de los usuarios del blockchain. Esta confirmación nos dice quién posee el NFT.
Pero un NFT no es una obra de arte digital, como se lee en algunos medios, es solo un identificador que señala a la verdadera obra. Un NFT es, como mucho, un certificado de autenticidad. Por ejemplo, si la compañía de CryptoKitties decidiese retirar las ilustraciones de internet para sacar unos dibujos animados de los cripto gatos, los propietarios de los
gatos virtuales se quedarían solo con un grupo de números y letras en la blockchain.
Y en el caso de obras de arte, los cripto entusiastas dicen que los NFT proporcionan propiedad digital. Esto nos lleva a cuestionarnos qué significa ‘poseer’ arte digital. Al no tener presencia física, se pueden hacer copias ilimitadas del ‘original’ y propagarlas por internet, haciendo imposible distinguir cual es el original y la copia. Incluso si un artista hace una obra digital y la vende, ¿No copia y pega, quedándose la primera copia? ¿Podemos entonces decir que existe la distinción original/réplica en el arte digital?
Para empeorar las cosas, cuando un comprador adquiere un NFT, no tienen ningún derecho de copyright o reproducción sobre la imagen. Después de toda la publicidad sobre los NFTs, muchos creadores vieron por fin la manera de monetizar los grandes éxitos de internet: En los últimos meses ya se ha vendido Nyan Cat y el primer tweet de la historia. Esto no quiere decir que ya no podamos usar estas creaciones, solo significa que pertenecen a alguien. Sobre el papel. Quizás.
Incluso la casa de subastas Christie’s, no parece estar del todo convencida con lo de los NFTs, porque en sus contratos dice “(el comprador) reconoce que considerable incertidumbre rodea la caracterización de los NFTs y otros activos digitales bajo la ley”
En resumen, los NFTs apenas tienen lazos con la obra de arte en sí. Los compradores no adquieren la obra, sino un papel que dice que la obra es suya, pero sin disfrutar ninguno de los beneficios tradicionales de tener una obra.
La ironía artística
Aquí viene el quid de la cuestión. Para toda la publicidad que los NFTs han tenido por revolucionar el mundo del arte, no tienen mucho que ver con el arte. En absoluto. Tienen que ver con dinero.
Como dicen algunos comisarios, sería interesante que los artistas que crean NFTs hicieran trabajo que explore temas como la blockchain, y que usen los NFTs como forma de explorar el concepto en su obra. Esto tendría interés y valor artístico. De otro modo, el tema de los NFTs es solo una excusa para hablar de las cantidades astronómicas que colleccionistas están dispuestos a pagar en subastas. No que eso no pasase antes, a veces me da la sensación de que el dinero es el único motivo por el que el arte sale en los periódicos estos días.
Si me preguntas por lo que opino en términos artísticos, aquí una reflexión. Los NFTs usan el concepto de autenticidad al ser básicamente certificados creados por el artista para decir que la obra viene de ellos y pasa a manos del comprador. Y esto me resulta profundamente extraño, porque yo siempre he interpretado el arte digital como una celebración del espíritu Warholiano que se regocija en la reproducibilidad de la obra de arte.
El filósofo Walter Benjamin creía que las obras originales tienen un aura, una existencia única de las que las réplicas o reproducciones carecen. Andy Warhol desafió esa idea con su obra, creando serigrafías que permitían reproducciones ilimitadas. El arte digital es reproducible desde el momento de su nacimiento, la reproducción mecánica forma parte de su ADN. Y yo encuentro conceptualmente irónico que los NFTs vayan a buscar la autenticidad en el arte digital cuando ‘autenticidad’ es un concepto totalmente extranjero en el arte digital. Pero como dije arriba, esto no tiene nada que ver con el arte.
Comercialización
El 22 de febrero, Jesse Schwarz (tío aleatorio con dinero, creo) se gastó 208000 dólares en un NFT de un GIF de Lebron James haciendo un mate en un partido de baloncesto. Como un NFT no proporciona derechos de copyright, todo el mundo puede meterse en internet y verlo.
Cuando le preguntaron en una entrevista si su compra no perdería valor al ser accesible para todos, Schwarz dijo que era justo lo contrario. Entonces comparó el GIF con la Mona Lisa. Dijo que, en efecto, existen muchas reproducciones de la Mona Lisa, pero que solo hay un original. Toda la atención, las postales e incluso los memes de la obra solo incrementaban el valor de la pintura, porque la hacían más popular.
Oprah refleja perfectamente mis sentimientos cuando vi la entrevista. Comparar el GIF de LeBron James con la Mona Lisa no es factible porque hay un original de la Mona Lisa, mientras que el original del GIF no existe, a no ser que por original nos refiramos a un valiosísimo recuerdo de haber estado allí para presenciar el mate. Cualquier otra cosa es una reproducción. Y además, dudo que la Mona Lisa se pueda popularizar más aún.
Por lo menos la Mona Lisa y el GIF tienen algo en común: no son activos muy líquidos. Schwarz dice que su GIF de LeBron James es una inversión. ¿Lo es? ¿Y quién colecciona NFTs?
La mayoría de gente que ‘compra arte’ usando NFTs no son colleccionistas de arte, son cripto inversores. Esta gente son emprendedores que han invertido en criptomoneda en el pasado y tienen muchos ethers en su cartera digital, pero no mucho en qué gastarlos.
Los peces gordos que invierten en criptomonedas -como el comprador de la obra de Beeple, Metakovan- invierten millones en NFTs para generar interés y publicidad y que la gente piense que lo van a petar. Inversores medianos como Schwarz se lanzan a la piscina y los NFTs -y con ellos las criptomonedas- suben como la espuma.
Lo que depara el futuro
Vale, lo hemos pillado. Vender NFTs es como vender aire y no tienen ningún valor intrínseco. ¿Pero qué es valor intrínseco de todos modos? ¿Acaso el dinero tiene valor intrínsico? Porque la respuesta es no, el dinero funciona porque creemos en su valor. Hay muchos elementos en nuestras vidas que son constructos sociales y a la vez funcionan. Si los NFT pasarán a ser uno de esos constructos depende de la fe que tengas en la gente y cómo de inocente crees que son.
Mientras escribo esto, los precios de venta de los NFTs han bajado un setenta por ciento. Los directores que compañías que crean NFTs dicen que es una autocorreción natural del mercado, y que los NFTs tienen un futuro brillante.
Sin embargo, si el interés generado por los NFTs ha sido creado exclusivamente por millonarios que invierten en criptomoneda, tenemos un problema. Si esta locura de ventas no está generada por los fieles coleccionistas de arte, las ventas van a agonizar y morir porque el interés no se va a poder mantener para siempre. Si no consiguen que los coleccionistas serios se suban al carro estamos ante una burbuja a punto de explotar.
NFT y el traje nuevo del emperador
Toda esta cuestión se puede resumir con una analogía de la historia de Hans Christian Andersen El traje nuevo del emperador. En esta historia, dos estafadores convencen al emperador de proporcionarle con los mejores tejidos del reino para fabricarle un traje de calidad suprema, el cual tenía la capacidad de ser invisible para todo aquel que fuera estúpido o incompetentes.
En realidad, los estafadores se guardaban las carísimas telas mientras que le mostraban el telar vacío a los emisarios fingiendo que era el traje en proceso. Los emisarios, temerosos de admitir que no veían nada, colmaban el traje de elogios, y cuando el emperador por fin se lo fue a poner, también fingió que lo veía. Al salir a desfilar, todos los ciudadanos fingían ver el traje, hasta que solo un niño se atrevió a exclamar: ¡Pero si va desnudo!
En esta historia, los inversores son a los NFTs lo que los estafadores al emperador, y arte es el traje. Los NFTs están desnudos de arte y aún así hay mucha gente que finge que los NFTs son vehículos que transportan valor real. Hasta que a alguien se le ocurra una mejor forma de asegurar la propiedad digital, los NFTs solo están esperando por el grito del niño que confirme que, en efecto, el emperador está desnudo.
REFERENCIAS
Artforum News ‘After strong start, NFT prices sink by 70 percent’ in Artforum, April 14 2021. https://www.artforum.com/news/after-strong-start-nft-prices-sink-by-70-percent-85463
BBC. ‘What are NFTs and why are some worth millions?’, in BBC News, March 12, 2021. https://www.bbc.co.uk/news/technology-56371912
Benjamin, Walter. The work of art in the age of mechanical reproduction. Prism Key Press, 2010
Castor, Amy. ‘Metakovan, the mystery Beeple art buyer, and his NFT/DeFi scheme’ in Amy Castor, March 14, 2021. https://amycastor.com/2021/03/14/metakovan-the-mystery-beeple-art-buyer-and-his-nft-defi-scheme/
Gerard, David. ‘NFTs: crypto grifters try to scam artists, again’, in Attack of the 50 Foot Blockchain. March 11, 2021 https://davidgerard.co.uk/blockchain/2021/03/11/nfts-crypto-grifters-try-to-scam-artists-again/
The Hustle. ‘Why one guy paid $208k for a video clip of LeBron James dunking’ in The Hustle, March 7, 2021. https://thehustle.co/why-one-guy-paid-208k-for-a-video-clip-of-lebron-james-dunking/
Sriram, Samyuktha. ‘Analysts suggest “silent crash” may be underway as NFT prices floors plummet’ in Bezinga, Yahoo Finance, April 5, 2021. https://finance.yahoo.com/news/analysts-suggest-silent-crash-may-111059901.html
Upshaw, Reagan. ‘Selling the Mona Lisa’, in Reagan Upshaw Fine Art, January 6, 2017 https://www.reaganupshawfineart.com/selling-mona-lisa/
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